1/11/08

Sobre 'Persona' con Goethe

Lo primero, un soneto de Goethe

Buch Suleika

Volk und Knecht und Überwinder,

Sie gestehn, zu jeder Zeit:

Höchstes Glück der Erdenkinder

Sei nur die Persönlichkeit.

Jedes Leben sei zu führen,

Wenn man sich nicht selbst vermißt;

Alles könne man verlieren,

Wenn man bliebe, was man ist.

 

Pueblo, siervo, y el Señor en su señorío,

siempre así lo han reconocido:

que para los sobreterraños no hay

mayor dicha que la Personalidad;

y cada vida, de vivirse sólo es digna,

si uno de sí no se extravía.

Que todo sin mengua podría uno perder,

si él quedara al menos tal cual es.

 

Hay algo en esa confianza de lo que nace en uno (y que no se sabe; sin saber siquiera que era eso de uno), en que hay ahí algo sagrado, que no me parece que nadie pueda cuestionar nunca del todo.

La verdad entra al poema sólo en cuanto no se sepa qué es. Pero es cierto que ahí ese espantajo de “personalidad”, habría que ver cómo estaba en uso en la época, y por qué lo sacude ante nuestra mirada atónita Goethe como el digno representante de eso que “intimidad” me parece a mí algo mejor, y a lo que apunta.

Acaso “persona” (particularidad, individuo: en el sentido de no ordenado por ninguna idea o noción, como parece que se presenta en Aristóteles: la sustancia primera sobre la que cae la primera predicación, que lo convertirá en sustancia 2ª: eidos, especie; el sitio no genérico o sin determinación o predicación previa alguna; un individuo del que no podría haber ciencia; una especie de coágulo de pre-esencia cuya única virtud era estar ahí para que se diga de él después). No sé si entiendes lo que quiero decir. Que hay que ver de traducir algo de la verdad que ahí aliente, y enmendarle la plana al mismo Goethe. O si no, abandonar el poema; que ya habrá mejores y más dignos de atención.




Más sobre 'Persona' y Goethe


En el mismo libro de Goethe y muy cerca de ese acerca de la personalidad, hay otro que me gustaba mucho, y que puede hacer de contrapunto al mismo (y no el mismo) Goethe. Es un poema dedicado al Gingko biloba; que ya sabéis qué hojas tiene, como bipartidas y en abanico, tan bonitas; y que es una planta de esas, dióicas (un pie másculino y otro femenino; cada uno con un tipo de flores unisex). Uno de esos árboles exóticos del Asia Oriental (China, Japón, etc), y una reliquia para los biólogos. Os lo cuento, porque algunas de estas cosas están en juego ahí en el poema.


Y os doy mi traducción, quizás algo más digna que la otra.

Gingko biloba



Dieses Baums Blatt, der von Osten
Meinem Garten anvertraut,
Gibt geheimen Sinn zu kosten,
Wie's den Wissenden erbaut.
 
Ist es ein lebendig Wesen,
Das sich in sich selbst getrennt?
Sind es zwei, die sich erlesen,
Daß man sie als eines kennt?
 
Solche Fragen zu erwidern,
Fand ich wohl den rechten Sinn:
Fühlst du nicht an meinen Liedern,
Daß ich eins und doppelt bin?
 
 
 


De este árbol la hoja, que a mi jardín

desde el oriente se confía,
da a probar un secreto sentido
como el que al sabio conforta.
 
¿Es una criatura viva
que a sí en dos se ha dividido?
¿O son dos que se reúnen
y que, cual uno, nos son conocidos?
 
Responder tales preguntas
me pareció lo más sensato.
¿No sientes tú en mis poemas

que soy uno, y doble, sin embargo?